Para muchas personas, esta afirmación no tiene sentido. Uno sí debería enamorarse de lo que hace; sin embargo, desde la neurogastronomía aplicada, esto puede traer más problemas que beneficios.
Te has preguntado ¿Por qué un cliente va a un restaurante?
Algunos chefs dirán que los clientes vienen por la comida, el personal de atención al cliente dirá que es por el servicio y, de seguro, el dueño afirmará que es por la experiencia.