Son muchas las variables que debes tener en consideración a la hora de poner en marcha tu restaurante. Sin embargo, una vez que has logrado su apertura es importante determinar su rentabilidad, de esta manera podrás tomar la decisión de mantenerlo operativo en el tiempo.

Se entiende por rentabilidad a la correspondencia existente entre la cantidad de recursos que debes invertir en las actividades que permitirán poner en funcionamiento el establecimiento y los ingresos obtenidos producto de las jornadas de trabajo. En este sentido, se pueden presentar tres posibles escenarios:

 

1. Cuando los ingresos son inferiores a los costos, estamos en presencia de una pérdida. En este sentido debes evaluar y decidir si continúas o no con la operatividad del negocio.

2. Si la diferencia entre los ingresos y los costos es cero, entonces no hay ni pérdidas ni ganancias. Bajo este contexto, es oportuno analizar con tu equipo de trabajo la implementación de medidas que conduzcan a obtener un saldo positivo (ganancia).

3. En el caso de que los ingresos sean superiores a los costos, cuentas con un saldo positivo. En este punto, el negocio está dando ganancias, te aconsejamos analizar qué tan significativa es la misma, igualmente considerar si es necesario implantar acciones que conduzcan a mejorar los resultados.  

A continuación, te presentamos una serie de recomendaciones que te pueden ayudar a determinar si las metas alcanzadas en la operatividad de tu restaurante, permiten concluir que el negocio es rentable y sostenible en el tiempo. 

  • Establecer de forma precisa los diferentes servicios gastronómicos que vas a ofrecer a tu clientela, además, determinar las características que hacen único a tu restaurante dentro del sector de la restauración.
  • Identificar a tus clientes potenciales en función de los servicios que quieres ofrecer (o que ya ofreces). Por ejemplo, su nivel socioeconómico, género, localidad, sector público o privado, edad y cantidad de personas con ese perfil.
  •  Determinar los costos asociados a las actividades que permitirán saber con exactitud la cantidad que necesitas invertir para poner en marcha tu restaurante. Por ejemplo, gastos de luz, personal administrativo y operativo, entre otros. Igualmente debes analizar y establecer el precio que estableces a tus servicios.
  •  Asignarte un sueldo, como si fueras un trabajador más. Con esto evitas mezclar tus finanzas con las del establecimiento, para mantener el mayor grado de objetividad posible, y que esto te permita tomar decisiones de forma neutral e imparcial.
  • Monitorear constantemente tu entorno, a fin de precisar las tendencias y modas de los consumidores y competencias, que te permitan aprovechar las oportunidades y minimizar las amenazas.
  •  Mantener el restaurante en constante evolución, para ello es importante un espíritu innovador que fortalezca la idea de tu negocio y contribuya a la adaptación a las nuevas realidades con prontitud.
  • Buscar alternativas de financiamiento favorables para tu proyecto, como políticas gubernamentales para emprendedores con tasas de interés subsidiadas, accesibles y baratas con relación al mercado financiero.
  • Establecer un periodo para medir la rentabilidad positiva (ganancia) que obtienes, por ejemplo, un mes. Para ello divide la ganancia obtenida en ese lapso entre la cantidad de dinero que has necesitado invertir.

Ejemplo: si inviertes 15.000 dólares (USD) y obtuviste 1.500 dólares (USD) de ganancia, entonces tu rentabilidad será de 1.500/15.000 que es igual a 0,1 que representada en términos de porcentaje equivale al 10% mensual. Con este dato podrás decidir si valió la pena el esfuerzo realizado, los cambios que necesitas implementar para optimizar los resultados o si, por el contrario, los resultados del negocio no satisfacen tus expectativas para continuar en el proyecto.  

En conclusión, es vital determinar si tu restaurante es sostenible en el tiempo, en tal sentido, saber la rentabilidad que el mismo produce es una tarea fundamental del equipo de trabajo del establecimiento. Con esta información estarás en capacidad de tomar las decisiones de continuar con la operatividad de los servicios y realizar los ajustes necesarios, o por el contrario desistir del proyecto por considerarlo poco atractivo, según tus expectativas de inversor.