¿Sabías que la iluminación de tu restaurante puede estar influenciando la cantidad de comida que comen tus clientes, así como la valoración de ésta? Esta acotación suele generar sorpresa, puesto que muchos no toman en consideración el tipo de luminaria que usan en los espacios en donde los comensales disfrutan de su comida. Según investigaciones científicas, los espacios en los que se usan lámparas que simulan la claridad del día, hacen que los clientes aumenten considerablemente el consumo calórico y la velocidad de ingesta. Un buen ejemplo son los restaurantes de comida rápida.
Lo opuesto ocurre en espacios en donde la iluminación es cálida y tenue, lo que genera un ambiente más íntimo y redunda en un consumo de porciones más pequeñas y más lento. Si pensamos en locales con esta característica, se nos vienen a la cabeza lugares un poco más elegantes y clásicos. Nuestro inconsciente responde rápido ante estos estímulos y como restauradores debemos estar atentos a los más mínimos detalles. Somos seres a los que la intensidad de la luz altera nuestras emociones y nuestros sentimientos. Así que la invitación es a que analicemos si el tipo de lámparas o bombillos que estamos usando en nuestros locales es acorde a la experiencia que estamos mercadeando.
Al comprender los beneficios de controlar la intensidad de la luz, puedes aumentar tu rentabilidad de diferentes formas, por ejemplo, al optimizar las porciones de comida que sirves a tus comensales, acelerar o disminuir la rotación de mesas, así como, la cantidad de pedidos que recibes. A continuación, tres recomendaciones prácticas que puedes implementar: 1.- Para los almuerzos, aumenta la intensidad lumínica y, para la cena, redúcela.
2.- En la medida de lo posible, no uses lámparas de neón o halógeno blanco, usa luz cálida. 3.- Aplica iluminación directa para las mesas e indirecta para crear un ambiente acogedor. Creamos este contenido en colaboración con @neurogastronomo para favorecer el crecimiento de tu negocio.

Sobre nosotros

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